jueves, 29 de marzo de 2012

¿Ir al psicoterapeuta sirve para algo?

 

Al principio, ir al psicoterapeuta tenía connotaciones peyorativas: o te faltaba un tornillo o arrastrabas un estigma social. Ahora, por el contrario, parece que ir al psicoterapeuta está de moda. Apuesto a que todos vosotros conocéis a alguien que lo ha hecho.

Pero ¿sirve para algo sentarnos frente a un psicoterapeuta para desgranar nuestras zozobras? A juicio de Rolf Degen, prestigioso psicólogo alemán, no. Más aún: puede llegar a ser peor acudir a terapia que no hacerlo.

A los psicoterapeutas se les tiene por científicos expertos en cuestiones mentales que han recibido formación específica para el diagnóstico y el tratamiento de las neurosis. De hecho, los años de estudios preceptivos fortalecen esta idea: en Alemania, por ejemplo, se admite como psicoterapeuta exclusivamente al licenciado en medicina o en psicología que ha cursado, además, 3 años de especialidad en psicoterapéutica.

Pero ¿sirve de algo toda esta cantidad de años de formación?

En el Psychological Bulletin, que es el órgano de referencia del gremio en Estados Unidos, empezaron a publicarse en 1979 tres metaanálisis a gran escala, buscando la comparación entre psicoterapeutas profesionales y simples aficionados al azar que no tuvieran una formación psicológica especial.

El resultado fue demoledor para los profesionales. Tras analizar 42 estudios comparativos, el psicólogo Joseph A. Durlak, de la University at Carbondale, resumió:
Los resultados clínicos obtenidos por legos son equivalentes, y en ocasiones significativamente mejores, a los de los terapeutas profesionales.
Otro equipo, el del psicólogo australiano John A. Hattie, evaluó otros 39 estudios y corroboró que “en conclusión general, podemos afirmar que los legos son tan eficaces como los terapeutas profesionales y a veces más”.

Dos psicólogos de Texas, Jeffrey S. Berman y Nicholas C. Norton, que plantearon una reevaluación de los datos con el propósito declarado de corregir tan catastróficos resultados, al final se vieron obligados a admitir que “los estudios que han comparado a los sanadores profesionales con los legos, no han logrado identificar ninguna diferencia”.

Al la luz de estos resultados, si uno tiene un problema psíquico, parece que lo mejor es comentarlo con un buen amigo con cierta sensibilidad. De esta forma se ahorraría dinero, pero también penalidades.

Algunos psicoterapeutas se han defendido diciendo que sí, que de acuerdo, pero que la psicoterapia es eficaz en los casos más graves.
Pero:
¿No suena un poco extraño que una misma terapia funcione en casos graves pero sea ineficaz e incluso negativa el casos más leves?
¿Hay algún psicoterapeuta que, al recibir uno de esos “casos leves”, sugiere al paciente que se vaya mejor a consultarlo con un buen amigo?

En caso de que no hayan amigos disponibles, en muchas casos puede ser también más aconsejable dirigirse a algún grupo de personas en la misma situación o que hayan conseguido superar el trastorno.
En la actualidad existe una red muy extensa de grupos de autoayuda que cubre prácticamente cualquier necesidad de relación.
¿Recordáis al protagonista de Fight Club acudiendo a toda clase de grupos de autoayuda por el simple morbo de sentirse aceptado?

Vía | Falacias de la psicología de Rolf Degen

martes, 20 de marzo de 2012

La estafa de AGBA - ASOCIACIÓN GESTÁLTICA DE BUENOS AIRES

La Asociación Gestáltica de Buenos Aires (AGBA) pagina web: www.agba.org.ar/  (dirección: Gurruchaga 1168 Capital Federal) en donde supuestamente funciona el S.A.C. (Servicio de Asistencia Comunitaria) resulta ser una estafa.


Mi experiencia:
Estando sin psicóloga, mi psiquiatra (Dra. Mariana Villagra) me recomienda ver a la terapeuta Marina Pistorio (calle Conesa 3635, capital). La misma me atiende bien pero una sola vez ya que se iba de vacaciones, pero me deriva a la Asociación Gestáltica de Buenos Aires para que pida una entrevista de admisión para ser asistido por el SAC. Según ella el lugar y los profesionales son muy cálidos...



La misma (la entrevista de admisión) se concretó el 25 de enero de 2012 con la Lic. Adriana Leto quien comenzó por atenderme una hora tarde para luego interrumpirme continuamente y no escucharme porque se le hacía tarde...  Finalmente a las apuradas y sin saber muy bien el porque yo estaba pidiendo atención, me derivó a un psicólogo, Lic. Ricardo Jacunovich (4780-2541) a quien debía llamar para coordinar y comenzar el tratamiento. El mismo jamas respondió los mensajes que le dejé en el contestador. 



Ante esto volví a comunicarme con la Asociación Gestáltica de Buenos Aires pero me encontré con que nunca había nadie responsable que de solución al tema.
Al insistir con mi llamados, las "secretarias" se dedicaron a cortarme alegando que no había ninguna autoridad disponible y que debían atender otras llamadas.




Ante la ausencia de atención (estafa o negligencia sería mas acertado) de la Asociación Gestáltica de Buenos Aires, quise comunicarme nuevamente con la terapeuta Marina Pistorio (a ver si ella se dignaba a atenderme) pero luego de dejarle tres mensajes en el contestador (en días diferentes) nunca respondió.

Finalmente y como para completar el itinerario de estupidez llamé a la Dra Gabriela Oliva (recomendada también por mi ya ex psiquiatra la Dra. Mariana Villagra quien de la noche a la mañana se borró). A la misma le expliqué telefónicamente  mi situación y a pesar de informarle que estaba medicado pero me encontraba sin medicamentos se negó a atenderme porque yo no podía pagar sus altos honorarios...


 Días después volví a llamar a la Asociación Gestáltica de Buenos Aires pidiendo que se hagan cargo de la situación, (ya que me encontraba sin ninguna asistencia) solo para que la secretaria  (quien se negó a darme su nombre) me contestara lo mismo antes expuesto y cortara la comunicación dos veces consecutivas.
A la tercera llamada y explicándole claramente que si me volvía a cortar iba a ir personalmente a romperle la cabeza, apareció mágicamente una responsable, la Lic. Susana Castro quien se comprometió a coordinar una consulta para el día siguiente con el director del centro 
Lic. Fernando Bianchi.

No fui a dicha reunión a causa del fallecimiento de un familiar muy cercano. Pero por otra parte, ante semejante manoseo tampoco le encontraba sentido verme con esa gente.
¿De que íbamos a hablar?
Ya me veía en medio de un grupete de seudo profesionales seudo serios seudo éticos defendiéndose y atacándome... ¿Que otra cosa y para que?



Ahora me pregunto:
¿Esto es serio?
Estas personas, "profesionales de la salud mental", acaso no saben que las personas que acudimos a ellos vamos por ayuda al igual que un herido va al médico?

Es realmente obsceno que en el país del mundo con mas psicólogos "per cápita",  la población común (trabajadora) no tengamos acceso digno a tratarnos en dicha especialidad porque los mismos se dedican exclusivamente a mercantilizar la salud mental como si de un supermercado se tratara. 

Conste que la gran mayoría de psicólogos y psiquiatras argentinos han realizado sus carreras en la UBA  gratuitamente.

La Asociación Gestáltica de Buenos Aires con su bonita pagina web, la cuál ofrece múltiples prestaciones con una plantilla de profesionales "altamente capacitados" y destaca que es sin fines de lucro pero el paciente debe pagar (sic..), es un ejemplo más de la estafa y el negocio que se hace con el malestar y sufrimiento de los mas vulnerables.